domingo, junio 15, 2008

Entrando al Saloon

Qué diferentes son Roberto y Punga. Pensé esto después de verlos entrar a un cuarto. La Punga empuja suavemente la puerta, y empieza asomando la cabeza. Pero Roberto, Roberto le da un manotazo y la abre de par en par, como un cowboy buscando camorra en un saloon.

Es curioso, porque Roberto es muy suave y de seguro no sabe que sólo los cowboys de malas pulgas abren las puertas de esa manera. Tampoco sabe que los humanos interpretamos abrir la puerta de ese modo, de esa manera. Bueno, no sé. La Punga, si yo abriese una puerta así, saldría escopetada. Y si alguien me abre a mí una puerta de ese modo, bueno, creo que saldría igualmente escopetado.

Pero Roberto es diferente.

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