domingo, febrero 05, 2012

Punga habla por asociación

Cuando quiere atún, me dirige a la nevera y se sienta frente a la puerta. Cuando quiere galleticas, se para junto a su cuenco. Eso me lo enseñó ella a mí.

La Punga es muy persistente. Por ejemplo, cuando quiere urgentemente algo, como comer en la cocina o salir -o sea, que le abra la puerta. Ha llegado a saltar sobre mí desde un lado de la cama, para despertarme. Cuando logra enlazarme, me dirige caminando delante de mí y mirando hacia atrás para asegurarse de que la sigo. Se comporta en todo como la vieja india de la película 'Un hombre llamado caballo'. La señora india había adoptado al héroe como esclavo y se paseaba por la aldea jalándolo por una cuerda, pretendiendo que era caballo -hasta le obligaba a relinchar. Pues, así me siento cuando la Punga me dirige: como si me fuera jalando con un cordel.

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