Estaba yo en el sofá. La Punga estaba a mi derecha. Roberto emergió repentinamente por mi lado izquierdo, desde detrás del sofá, y le dio un manotazo en la cola a la Punga. La Punga se volvió, pero Roberto ya escapaba a meterse detrás del sofá.
La Punga inició la persecución, pero paró y volvió sigilosamente sobre sus pasos, aparentemente pensando en emboscarlo por el lado derecho del sofá (es decir, la Punga pensó que Roberto corría a esconderse detrás del sofá, por mi lado izquierdo, y que obviamente saldría por el lado derecho).
Así, mientras ella se acercaba lentamente hacia el brazo derecho, veo pasar a Roberto sigilosamente y cruzar la salita para meterse por detrás del otro sofá frente a mí, salir por el otro lado (es decir, casi detrás de la Punga, que en ese momento esperaba que el apareciera por detrás de mi sofá) y darle otro manotazo a la Punga, que se quedó pasmada.
Super listo, este Roberto. Si jugaran ajedrez, creo que ganaría Roberto. Es un buen estratega -por lo menos a nivel táctico.
martes, junio 03, 2008
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