Hacía frío. Comentamos por la tarde: "Seguro que esta noche se suben los dos a la cama". Habitualmente la Punga duerme con nosotros, a los pies.
Roberto se ha subido algunas veces, pero durante el día. Y si están los dos en la cama -la Punga duerme sus siestas ahí-, Roberto está siempre en el lado opuesto.
Hoy despertamos para encontrarlos durmiendo juntos, uno contra otro, entre nosotros, donde se acurrucaron e hicieron un hueco calentito.
sábado, junio 14, 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario