miércoles, noviembre 23, 2011

Punga y Lolita se dan un beso

Estaban en la puerta, en el primero de dos escalones, Punga y Lolita, nariz contra nariz, y Lolita le dio unos lengüetazos en la cara y la Punga dio un respingo, totalmente espontánea, y se echó hacia atrás y se entró. Eso fue un beso.

Punga andaba de parranda

Los perros Ramón, Lolita, Nora y Ernesto me despertaron gimiendo en el pasillo a eso de las cinco de la mañana y yo pensé que querían salir a mear (ese es el convenio que hemos firmado). Así que salieron reluctantemente, Lolita incluso quiso devolverse y en lugar de salir corriendo hacia el patio, se quedaron junto a la puerta. Era evidente que no era por eso que me habían despertado. Así que abrí la puerta principal y ahí estaba la causa: la gata Punga volvía tarde de la parranda. Seguramente se puso a llamar frente a la puerta y los susodichos me fueron a despertar para que le abriera. Les abrí para que entraran. Seguramente se habrán reído de mí.